
A quien no le ha tocado estar en esta caotica e impredicible ciudad en un mar de carros. Es increible como te conviertes en una bestia al volante.
Mucho antes de que yo manejara, no creia en esa falcia de que "sufres una metamorfosis al manejar una nave". me reia, pero ahora, soy un ojete, al momento de manejar. entre cerrones, mentadas de madre, velocidad (bueno ya es ganancia cuando alcanzas la velocidad de 50 km ) y demas cosas que pasan dentro del carro.
Ahhh pero que gratificante es que cuando te subes a tu nave, la enciendes y tomas las riendas de tu vida y tu destino sin que nadie te dirija, o no? y lo mejor sucede cuando pones las rolas que a ti mas te gustan, y vas roqueando o freseando, segun sea la ocasion, y si tienes una nave que esta chida, pues las cosas se ponen mejor con las chiquitas, minimo si no estas tan galan (bueno me incluyo) se impresionan por la nave.
Pero no hay nada como vagar en la ciudad con los vidrios abajo, musica chida, y si tienes una nena es mejor. por que el carro adquiere un plus, ademas de que deja de ser un medio de transporte, para convertirse en un nidito de amor.
Pero como dicen todo lo que produce placer mata asi que, nada mas con cuidado, que hay diferentes situaciones que pueden convertirse en pesadilla.
Pero como dirian por ahi, mientras el cuerpo aguante y las chelas no se calienten, la vida esta tranquila.
Asi que...Señores, enciendan sus motores...
Dedicado para mi amigo ebrick....ya, no? que acapulco espera.